| 0 | 0 | ||
Una es 'Durante la Tormenta', curiosa película española bastante diferente a lo habitual, una especie de mezcla entre el cine amblin y Frequency, que durante gran parte del metraje me pareció realmente absorvente y muy bien armada. Lo malo es que hacia el final se enreda bastante, gira demasiado sobre sí misma, se explica y requete explica, se alarga demasiado y lo único que consigue es hacerse algo densa y cansina. Creo que le hubiese venido bien algo más de síntesis en esa parte aunque reconozco que también era difícil hacerlo sin crear enormes agujeros de guión. Guión que sin duda está pensado al milímetro para que todo encaje y que está muy bien traducido en imágenes. Merece bastante la pena.
Otra es 'Angustia' , un extrañísimo oasis en la filmografía de Bigas Luna, donde dejó de lado sus pechámenes, muslámenes y culámenes, para hacer un thriller de terror metacinematográfico y experimental que me ha parecido de lo más original.
Es una película para ver en una sala de cine, porque es la única manera de disfrutar del juego meta que propone, donde existen hasta cuatro niveles de percepción de la trama. No quiero desvelar demasiado, pero digamos que en un determinado momento, llegan a darse varios niveles de gente viendo una película en una sala de cine, una dentro de otra, incluyéndote a tí (si vives en 1987 y la ves en una sala, claro). La película incluso deja caer que puede que incluso alguien te esté viendo a ti, o al menos eso me pareció entender.
Creo no obstante, que este juego de espejos hubiese podido haber dado bastante más de sí a un puro nivel de interacción entres las distintas partes, y cuando tiene que dar todo lo que tiene que dar, tira un poco por lo fácil, en una parte final que no funciona al cien por cien y no me parece que esté a la altura del conjunto de la propuesta. Me imagino a Lynch haciéndo esto y me gotea el grifo.
Pero la hizo Bigas Luna, que viendo el resto de su filmografía bastante lograda está, y le quedó mucho más que digna.
Las actrices terribles, eso sí.
Y bueno, comentar que fui al cine a ver el reestreno de El Viaje de Chihiro, que sigue siendo una obra maestra, posiblemente la mejor película de Studio Ghibil, y seguramente una de las mejores películas de animación de la historia.
Además hacía la de dios que no la veía, y he disfrutado como si fuese la primera vez esta historia llena de maravillas sin fin. Apoteósica. Y qué barbaridad cómo luce en una gran pantalla.
